La
Rioja-Argentina, 1935
VERSIÓN
ACTUAL DEL EVANGELIO
Los
leones no comen carne
de
mártir, pasó el tiempo
designado
por el signo para vivir
o
morir por él sin tener pies
donde
estar parados o aferrarse
a un
clavo, madero incólume
que
limpiaba el mundo
de sus
enmohecidas quejumbres
pasó
aquel tiempo viste
y
nadie te siguió educando allá
en el
templo madre de una duda
valedera,
motor
de tu
amargura, tu histeria
tu
versátil hombría
generosa
actitud de bien
al
prójimo y otros seres indulgentes
que
van a dar al mar.
Los
leones te miran ahora
viste,con
ojos tiernos y melosos
disfrutan
después de reunidos
las
divisas partes del trueque,
acordados
los tratos en moneda
sana
para no herir viejas
susceptibilidades
ecuménicas
que
arrastran trasnochados
popes
con cruces falsas sin saber
que
muchos credos caducan
como
el vicio; ahora dibujas
volutas
con tu cigarro,eres libre
de
comerte la carne misma
que
desea y desarmarte limpia,
prestamente,
a disposición entera
del
verdugo sano con carnet
de
turno, pero no, viste, los leones
te
digo no existen.
Pobladas
las calles de ellos
circulan
alegres criaturas
con
sus faldas levantadas,
no
confieses reglas viejas arrumbadas
que
despiertan ecos sórdidos
en las
mentes inclinadas
predispuestas
a escuchar, a ver,
a oír,
a sentir siempre la existencia
de las
fieras
Ya no
están, no ves, te digo
no se
encuentran en las camas
de
nadie sino puros vestigios
de
rumores, caricias
que no
dejan huellas, pasos
perdidos
por corredores
del
sexo desatados furiosos
pero
tan pronto muertos;
no
temas, esas fieras,
no
crecen en rincones ni suben
las
paredes, reposan
sanas
todas en la mente
de
cualquiera,agitan sus bracitos
limpios
en la carne sosa
de
cualquiera, despiertan pronto
inconsecuentes
en las ganas
de
alguien, en la alcoba
de tus
niños, en el semen
de sus
padres, en la boca
de
otras fieras.
No
temas, mira, sólo es tiempo
de
cambiar los libros,
esas
viejas, enigmáticas señales
que
esperan el fin, es hora
de
levantar los brazos
y
recorrer con disimulados
penetrantes
y agudos ojos
los
colores de esta nueva especie
de
leones que se mezclan
y
devoran que no dan pan ni aliento,
que
nos alzan, crucifican, escupen, tragan
vida,
estos leones flamantes,
civilizados;
es tiempo sólo
de
ponerlos con cuidado,
primorosos,
condenados,
en la
boca misma del desagüe,
en el
cruce violento
de esa
especie
sobrenatural
de aves
que se
nutren de carroña.
de
Canción Natural,Editorial Sudamericana,Buenos Aires,1981
SUITE
LÍRICA
Comienzas
un
fraseo que conduce
a
estancias
íntimas
del
recogimiento cerebral,
allí
urdes
la
privaticidad del sentir
y
merodeas
con
cierto drama
sin
llegar a la pasión,
al
hecho corriente
que
nos aniquila a diario,
vulgar,
esperado.
Intensamente
entonces
sucede
ese
hilo que surge
e
inclina todo
hacia
la angustia exacta
que
modula el clima
de
intersticio, del pliegue
que
irriga
los
temperamentos.
Y
culmina
en ese
vibrato sostenido,
interminable,
como
el chillido de la vida.
"Album
de cámara", 1992, Antología poética 1955-2009,
Editorial
Vinciguerra, Buenos Aires, 2011
MEDITACIONES
LATINAS
1
L'
aspetto sacro de la terra voestra
Petrarca
Nada
más que el golpe
en la
costa,
el
balbuceo dado
sobre
las cuevas, el sol
de
Marte
antes
las armas, hecha
la
fecunda tarea
abrió
el labrado campo
su
cuerpo extendido,
cruzó
el Istro al Norte
inferior,
desconocido
del
ancho verano
para
calmar la sed.
Venus
al Mediodía,
Europa
nos llega
liviana,
su
piedad lame
las
playas cubriendo
los
cien mil de Accio
las
ciudades; envilecida
su
estatura por el humo,
ennegrecidos,
expiarán
su
culpa
sobre
los altares.
LA
ADORACIÓN DE LOS MAGOS
En
este tiempo,
entre
el hueso recorriendo
la
fría luz,
me
estiro, asilo el mal
de la
inocencia,
en la
invisible caridad
que me
destruye.
Tantas
noches
de un
ciego esplendor
viajero
entre
el altar y la pira,
saciado
el juego para convertirme
en
carne
y
estrechas las vidas
y la
historia del hombre
como
un papiro perdido
entre
la resurrección y el tormento.
Objetos
mudos,
intercambiables
del
corazón humano,
círculos
de ruinas memorables
que un
momento espira
proveyendo
el goce
y la
razón,
emblemas
de mi cuerpo:
y la
virtud desconoce
el
mérito.
Y
asido ahora el Cáliz
rechazo
la vergüenza,
el
frío que me quiebra
como
un oprobio,
el
signo final que sella
mi
elocuencia;
mi
virtud es de la que corrompe
el
tiempo,
yo he
nacido puro:
he
sido fiel.
ODISEA, XIII, 202-112
a Alberto Girri
a Alberto Girri
Oportuna
sensatez
que
convierte
al
estado pura, muda
región
esterilizada
que
guarda la idea,
el
placer inmóvil
que
asegura
el
retorno
a cada
ciclo.
Nada
alrededor
más
que la piedra,
elemento
que ordeno
y
restituye la clarividencia
como
lúcida condición
de
permanencia;
imperceptible
la ecuación
de sus
fuentes
reunida
en la materia
que
nos determina
esa
irrevocable insistencia
de
querer saciarse
con lo
innecesario:
hasta
aquí
la
conciencia,
el
móvil
que me
anima.
Y en
medio de todo
disperso
el
credo como voluntad
que
reproduce
nuestras
semejanzas,
el
martirio transformado,
la
talla heroica
sellada
a nuestro alcance
como
un claustro
virgen.
E
intacto el don
que
deseamos,
justa
la asunción designada
que
emplea la exactitud
inexpresable
para
representar
la
totalidad máxima
y mínima
que
nos comprende;
divina
cualidad
la de
poder ceder
desde
lo transitorio
un
rasgo perdurable.
(De
Santuarios y otras conversaciones, 1975)
Raúl Vera Ocampo es un poeta, ensayista y crítico de arte. Fue becario en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad de Roma. Colaboró en sus primeros años con
la prestigiosa Revista Sur de Victoria Ocampo e integró revistas europeas dirigidas
por Camilo José Cela y Germán
Arciniegas.1 Tiene
editadas en Palma de Mallorca varias plaquetas de poesía: Ecuaciones,Ejercicios
Bíblicos, Doce cantos para
el tiempo de Epifanía, Inscripciones
y Epístolas latinas.
Dirigió los suplementos de cultura del diario “La
Opinión" de
Buenos Aires, del diario “Le Monde Diplomatique”
y de la sección artes plásticas de las revistas “El Periodista”,
“Humor” y “Telva"
de España.1 También
se desempeñó como director del Museo
Municipal de Bellas Artes “Eduardo Sívori”. Con motivo de cumplir su
cincuenta aniversario, organizó una muestra de patrimonio del museo con más de
200 obras de arte en el Centro Cultural Recoleta.
En 1986 fue condecorado Caballero en la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de
Francia. En 1992 recibe el Primer
Premio Municipal de Poesía por
su libro Álbum de Cámara.
Posee una trayectoria remarcable en lo que tiene que ver con
su tarea de escritor, investigador y periodista y ha publicado diversos libros
de poesía, crítica y prosa. Ha obtenido, entre otros, los siguientes premios:
Comisión de Cultura de la Nación; Fondo Nacional de las Artes; Consejo Nacional
del Escritor; Asociación Internacional de Críticos de Arte, sección argentina;
Primer Premio Municipal de Poesía de la Ciudad de Buenos Aires; Premio Anual de
la Asociación de Poetas Argentinos (APOA) al mejor libro de poesía publicado en
2009.
Tuvo a su cargo el área Proyectos Especiales de la
Secretaría de Cultura de la Nación y ha sido jurado de los principales premios
de artes plásticas y de literatura de la República Argentina. Es director de la
revista cultural "El ojo del arte".
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