GREGÓRIO DE MATOS GUERRA

Salvador de Bahía-Brasil, 1636-1696 

Divina flor, si en esa pompa vana
Los martirios ostentas reverente,
Corona con los clavos a tu frente,
Pues brillas con las llagas tan lozana.
Venera esa corona altiva y ufana,
Y en tus garbos te ostenta floreciente:
Los clavos enarbola eternamente,
Pues Dios con sus heridas se te hermana.
Si flor naciste para más pomposa
Desvanecer floridos crecimientos,
Ya, flor, te reconocen más dichosa.
Que el cielo te ha gravado en dos tormentos
En clavos la corona más gloriosa
Y en llagas sublimados lucimientos.
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Nace el Sol de los astros presidente,
Príncipe en las esferas conocido,
Y aunque el día le mira el más lucido,
La noche se le atrve irreverente.
Sirvele de sepulcro transparente
El mar, pensión fatal de haver nascido;
Pues el que en todo un cielo no ha cabido
Le viene a ser el mar urna decente.
Sol fuiste, Conde ilustre, en la nobleza,
A quien la triste noche se le atreve,
Que es el morir del Sol naturaleza;
Hallaste como el Sol tumba de nieve:
Pues siendo corto el Orbe a tu grandeza,
Sólo a tal Sol tal urna se le deve.
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Pasar la vida, sin sentir que pasa,
De gustos falta y de esperanzas llena,
Volver atrás pisando en seca arena,
Sufrir un sol que como fuego abrasa;
Beber de las cacimas agua baza,
Comer mal pez a mediodía y cena,
Oir por cualquier parte una cadena,
Ver dar azotes sin piedad ni tasa;
Verse uno rico encantamiento
Y Señor, cuando apenas fue criado,
No tener de quien fue conocimiento;
Ser mentiroso por razón de estado,
Vivir en ambición siempre sediento,
Morir de deudas y pesar cargado.
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Prelado de tan alta perfección
Que supo en un aplauso, en un festín,
Congregar en su casa un Serafín
Cercado de tan alta relación;
Jamás tenga en su cargo disensión,
Ni entre sus frailecitos vea motín,
Ningún hijuelo suyo sea ruin,
Y los críe en su Santa bendición;
Llena esté en la cocina la sartén,
Y siempre el refectorio abunde en pan;
Que bien merece fraile tan de bien.
A quien el Sacro Bago se le dan
Regir la casa Santa de Belén,
Y que yo se la quite a Solimán.
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Puedes, rosa, dejar la vanidad,
No presumas, clavel, de enacarado,
Mansa azucena, ya jazmín nevado,
Deje de blasonar vuestra beldad.
Grana purpúrea aprisa retirad,
Brillante rosicler, gala del prado,
Si de la pompa el tiempo está acabado,
Vuestra pompa en retiros minorad.
Porque salió Marica de un desmayo,
Flor en las gallardías más vistosas
Que brotó Primavera, Abril y Mayo.
Pero a su vista os quedaréis hermanosas,
Suplicándola humildes un ensayo,
Azucena, clavel, jazmín y rosas

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