ALEJANDRO FLORES PINAUD

Santiago de Chile, 1896 - 1962


SEÑOR


Hace ya mucho tiempo que al dolor de la carga

se ha curvado mi espalda y astillado mi hombro,
y, a pesar que mi senda día a día se alarga,
ni suplico tu gracia, ni siquiera te nombro.
Yo jamás te pedí me tendieras tu mano
para hundirme en la tierra o treparme a la cumbre;
yo jamás imploré tu poder sobrehumano:
me bastaba el sencillo poder de mi lumbre.
Fui rebelde, Señor, pero tú te vengaste;
y fue cruel la venganza y el dolor que me diste;
me llevaste a la amada que tu mismo formaste
como el agua de clara, como todo de triste...

Fue una noche de enero, tibia, azul, luminosa;
su alba carne de ensueño palpitó estremecida
al sentir en su vientre la tortura gloriosa
de otra vida pequeña que llegaba a la vida...
Con la fe más intensa, con la unción más profunda
te dijeron sus labios la plegaria de amor:
“¡Fortalece Señor mis entrañas fecundas
y hazle blando el camino a este nuevo dolor!”
¡Nunca, nunca, Señor, otros labios hubiste
que tu gracia imploraran con más honda emoción!
¡Nadie nunca ha rogado como ella, la triste,
por el fruto bendito de su amor, todo amor!
Pero tu no escuchaste... Su plegaria bendita,
hecha lágrima y sangre y empapada en piedad,
se perdió sollozando en la noche infinita...
¡y sus ojos cerraste para siempre jamás!
¡Es por eso que ahora, que mi labio te nombra,
la palabra me sale dolorosa y amarga,
porque siento que grita su recuerdo en la sombra
y la pena se ahonda y el camino se alarga!
¡Es por eso que vago por senderos sin luces,
encorvado en la tierra donde duerme mi amor
y en la paz de la noche yo me tiendo de bruces
y me abrazo a la tierra como a su corazón...!


SAPO CANCIONERO

Sapo de la noche sapo cancionero
que vives soñando junto a la laguna
tenor de los charcos grotesco trovero
que estás embrujado de amor por la luna
Yo se de tu vida sin gloria ninguna
se de la tragedia de tu alma inquieta
se de tu locura de amor por la luna
que es locura eterna de todo poeta

Sapo cancionero canta tu canción
que la vida es triste
si no la vivimos con una ilusión.

Tu te sabes feo feo y contrahecho
por eso de día tu fealdad ocultas
y de noche cantas tu melodía
y suenan tus cantos como letanía.

Repican tus voces en franca porfía
tus coplas son vanas 
como son tan bellas
no sabes acaso que la luna es fría
porque dio su sangre para las estrellas.

Comentarios

  1. ¡Que bellos poemas! Siendo estudiante tuve el honor de conocer a don Alejandro y a doña Carmen Moreno, su esposa; creadores y fundadores del Museo Histórico de Rancagua. Un abrazo Sofia y gracias.

    ResponderEliminar
  2. Alguien sabe si tuvieron hijos ??'
    Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No tuvieron hijos, solamente alguien que fue como su hijo, su sobrino Alvaro Moreno Morales

      Eliminar
    2. Nosotros vivimos en la casa de ellos en Rancagua que hoy es museo y en la calle 18 en Santiago cuando yo era chica. Eran casa muy grandes y arrendaban parte de ellas. La tia Carmen corrio a su sobrino Alvaro porque decia que le robaba sus joyas para venderlas. Creo que el tio Alejandro tampoco le tenia simpatias. Es lo que yo supe, siendo niña.

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. El famoso poema "SEÑOR", me dejó marcada para toda la vida, pues, mi madrecita declamaba con tanta emoción y fluían los versos con tanto serntimiento, que me hacía llorar, siendo niña y también adulta. A sus 80 y tantos años, recordaba cada estrofa cada palabra. Gracias, mamacita, por conocer de esta forma al gran ALEJANDRO FLORES PINAUD. Muy agradecida hacia ustedes que publican poemas, lo que no es frecuente. Saludos cordiales. Santiago de Chile, 06.05.2016

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo mismo me sucedio a mi, mi viejita nacida en Iquique, recitaba esa poesia con la misma uncion que tu describes y era muy emocionante; su constante instigar en nosotros la lectura, poesia y generosidad con nobleza, me marcaron de por vida igualmente. Mis primos hermanos viven en Rancagua y yo me mude de Peru a California hace 4 decadas y el recuerdo es imperecedero motivado por el autor

      Eliminar
  5. Que se enteren los argentinos que pretenden adueñarse de la composición de Sapo Cancionero. El poema Señor también lo conocí por mi padre.
    Muy queridos y admirados Los Chalchaleros, pero el poema es del gran Alejandro Flores Pinaud, triunfador en el hermano país.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola , calma muchacho, no generalice. Que algunos no sepan el verdadero autor no significa que "todos " lo ignoremos. Fue musicalizado por el Argentino/ Jujeño dos Hugo Chacra. Le regalo una glosa para que no sea tan apresurado. Saludos Mi recuerdo y mis gracias Don Alejandro.
      __” Maestro Flores Pinaud
      en este día te nombro,
      tu lirismo que es asombro
      lo hizo tenor al batracio,
      joven te fuiste. . .despacio,
      para reyes, seis de Enero,
      en tu “Sapo cancionero”
      insigne bardo chileno,
      con el corazón a pleno
      te evocan Los Chalchaleros!! (Ch.M.)

      Eliminar
    2. Hoy 22 de Septiembre/2020 partió justamente el compositor de la música.

      Eliminar
  6. Me sorprende mi madre OLGA (1923) de 93 años declamar este poema Señor. Nunca se lo había escuchado. Ya a su edad comienzan a aflorar sus recuerdos más recónditos y los saca a La Luz para sorpresa y deleite nuestro. Gracias Mami

    ResponderEliminar
  7. Mi padre, de 89 años lo sabe de memoria y llora ak recitarlo

    ResponderEliminar
  8. Busco desde hace mucho, el poema "La oración de nuestro siglo" de Alejandro Flores. Si alguien lo tiene en el baúl de sus recuerdos, por favor permitírselo. Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por favor si lo consigues te agradecería me lo envíes. Mi tía de 93 años siempre lo recuerda y quiere conseguirlo. Desde ya, muchas gracias

      Eliminar
  9. La letra del Sapo cancionero que aparece al comienzo es la que ARREGLÓ Nicolás Toledo y que le puso música Jorge Hugo Chagra, el original que escribió Alejandro Flores se titula SAPO TROVERO, grabada en Chile por Jorge Yañez y Los Moros

    ResponderEliminar

Publicar un comentario