EUGENIO CÁRDENAS



Carmen de Areco-Argentina, 1891 - 1952



AL PIE DE TU REJA

Vals


Esta noche poblada de estrellas,

mientras te hallas tranquila
dormida, yo he venido a turbarte
mi vida, porque te amo
con loca pasión.
Y he venido a decirte mis ansias
porque lejos de ti sufro tanto,
que no encuentro en mi amargo
quebranto que consuele
mi grande aflicción.



¡Yo no sé qué me has hecho,

alma mía, que no puedo vivir
sin tu amor!
¡Y que paso muy triste los días,
sollozando de angustia y dolor.
Y estoy solo, sufriendo las penas
que me condenan
tanto a sufrir,
mientras vivo pensando
que me amas y que me llamas
con frenesí...



¡Si quisiseran mirarme tus ojos

con la misma pasión que te miro,
bien sabrías que en cada suspiro
mi cariño se acerca hasta ti!
¡Y si tu alma llegara a la mía,
y me viera postrado de hinojos,
me darían, amada, tus ojos
el cariño que a darte aprendí!



BESOS QUE MATAN

Tango 1927


Bajo un palio de magnolias y de acacias

en tus brazos hechiceros quedé preso,
y rendido ante la savia de tus besos
adoraba tu belleza de Beatriz.
Yo he bebido la fragancia de tu aliento
en tu boca con perfume de azucena,
y mil veces, porque siempre fueras buena,
al mirarte toda el alma puse en ti.



Recuerdo que en las citas

tu boca de Afrodita
tembló cual Margarita
que azota el vendaval;
mas después de esos días
se puso tu alma fría,
y ansiaste en las orgías
tu vida deshojar.



Por tu culpa luego fuiste Mesalina,

sin dolerte de mis súplicas ardientes,
y rodaste hasta el abismo indiferente,
salpicada de lascivia y maldad.
¡Y hoy, al ver que te ha doblado el infortunio,
siento lástima y dolor por tu caída,
pues comprendo que en las sombras de tu vida
un destello de esperanza nunca habrá!



En tanto que agonizas

el amor pulveriza
los besos y las risas
de tu bella ilusión.
Y en vano es que hoy esperes
quien te ofrezca, amoroso,
el gesto venturoso
de noble redención.



SENDA FLORIDA

Tango 1928


Por esta senda donde un bello ruiseñor

cantaba alegre sobre un viejo ventanal,
por esta senda yo he volcado, de mi infancia
las arrogancias de mis años de esplendor.
Aquí, del canto de las brisas, aprendí
las armonías de una dicha singular,
y el alba radiante
con su deslumbrante
corola de luces me enseñó a adorar.



Bella

senda
donde
mi alma
aprendió a querer,
donde con mis juegos placenteros
pasé los años primeros
que ya no pueden volver.
Felices años que adoraba con vehemencia
bajo el sol de la inocencia
que me hacía enternecer.
Soy un jilguero que va volando, volando,
y su canto va dejando
con infinito fervor,
pues en tu senda que está llena de esplendores,
con las más fragantes flores
hice mi nido de amor.



En un recodo de tu senda está mi hogar,

donde mi amada, con dulcísima emoción,
dice a la vida la belleza que la inunda,
con las palabras que modula en su canción.



Senda florida que jamás olvidaré;

bendita senda donde las dichas bebí,
y que has perfumado
el goce anhelado
de verme inundado de azul porvenir.



BARRIO VIEJO

Tango 1928


Calles donde mi lindo barrio se alzó,

calles que guardan mis recuerdos de ayer;
vuelvo lo mismo que una alondra,
trayendo en mis canciones
los ecos de las frondas.
Quiero que no olvides que traje al volver,
toda la dicha que me hicieras gozar.
Por eso al llegar,
quisiera dejar
la dicha de mi cantar.



Vuelvo al pie de tu ventana

para evocar las mañanas
en que feliz me sentía,
cuando un cantor melodioso
interrumpía el reposo
de la mujer que quería.
Hoy, que rondo por tus calles
quiero llenarme de amores
bajo el raudal de esplendores
Que te han hecho deslumbrar.



Barrio que nunca te he podido olvidar

aunque mi ausencia mucho tiempo duró.
Barrio, rincón de mi alegría,
vengo a buscar la gloria
de mis lejanos días.
Quiero que sepas que no puedo vivir
lejos de tus calles cubiertas de sol
porque el esplendor
que siempre hay en ti,
hace revivir mi amor.


Comentarios