CLAUDIO MARTÍNEZ PAIVA


Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, Argentina, 1887- 1970

TESTAMENTO GAUCHO

Bueno m’hijo, según la ley ya seomos casi, casi iguales..,
Ya le ha entrega’o el juez el documento que lo acredita como hombre,
De hoy en más lo que haga, lo que piense y lo que sienta
Tendrá que sostentarlo con su nombre, su brazo, su plata y su conciencia
Tu’ita esa es la fortuna con que a las luchas de la vida d’entra
y usted sabe bien, el empeño que hemos puesto
pa’ que al llegar a mozo las tuviera
mientras nos vamos acercando a casa
a’onde estará su mama como clueca
loca de ganas de abrazar al hombre
con que el cielo al final la recompensa.

Le vi’a decir m’hijo, las últimas palabras
que le guardó pa’ esta hora mi experiencia
si le estorban las oye y la olvida,
en cambio m’hijo si le sirven
las oye y las recuerda pa’ que en esta forma
le ayuden a encontrar el rumbo en este viaje largo,
bien largo que le espera.

Ser hombre no es creerse más varón que cualquiera 
Ni de andar de reja en reja
en uno dejando fama de borracho
y en otras de manchar honras ajenas.
Las de las cantinas son pa’ por si acaso
Las que hay en la ventana pa’ querencias
Son las que pone dios pa’que resguarden
su propio nombre en la custodia d’ellas.
  
Ser guapo no es andar golpeando gente
 Ni tampoco deshaciendo fiestas
Guapo m’hijo es el domador que ve la muerte sobre el animal que m’uenta
Más valiente es toavía quien junto al arao’ abre una melga.
O se quema en los fríos del invierno, o se abraza en el sol de media siesta.

 Cuando le toque ofertar algún servicio que llegue su mano
 Antes que su oferta
La palabra y la firma no se niegan
Así le toque soportar la vida en lo más desgracia’o de la pobreza
Ser honra’o m’hijo es el mérito más grande
Como no serlo la mayor vergüenza
Cuando le toque votar atienda bien
Cuando le toque votar tenga presente
que en ese papelito que usted deja
deja lo más sagra’o que tiene un hombre
por que hay deja usted, honor, su libertad y su conciencia.

Y no valla a pensar que yo lo he cria’o a uste’ pa flojo
 no m’hijo, y escuche bien
esta sentencia que fue la condición de sus abuelos
aquel, aquel que no sabe ofender
no admite ni acepta ofensa
nadie muere un día antes según la ley de dios
ni tampoco hay sangre de gallinas en vuestras venas.

Pa’ defender la vida es el cuchillo
 pa’ castigar agravios la sotera
y si un día un extraño de su tierra
le perdiese el respeto a su bandera
hay sí, d’entra lo varón nunca más hombre
nunca más firme el brazo y la conciencia
Americano, Americano por raza y por orgullo
Americano, a las malas o a las buenas caiga el que caiga
así llamen a su padre pa levantar el mismo su osamenta
¡Que el que mata!, ¡El que mata! O padece por su patria
¡A cumplido las leyes de su tierra!.

AMANECIENDO

Yo ya andaba levanta’o ...de madrugada,
 Salgo a prender mi tabaco en el lucero
Mientras termina de encerrar la noche
Una ronda de gallos fulgurientos.
Tapa’o con las cenizas del rocío
Arde haya en el horizonte el trasfogueo,
Hay un pirincho 1... caprichoso,
Madruga mucho, viene hacer buche de luz en ese alero,
Hay una ronda de pajaritos con los picos recién pintados de nuevo
Y en los juncales del arroyo de oro tienden a secar sus medias el bollero 2
Yo era mozo... mozo y con novia,
Me faltaría más omenos un mes para el casamiento
Sobre el amanecer de mi relato ha pasado poco olvido
Pero mucho tiempo...se ve un amargo...
Senti en la puerta el balar de un corderito enfermo,
Abro... y me encuentro con un niño de meses
Envuelto en unos trapos viejos,
¿y esto? ... pensé pa’mis adentro...
Quién sabe?, quién sabe qué miserias me trajo a mí este mamón ajeno,
Lo alzé...., lo alzé como quien alza un crucifijo toca’o por dentro
Lo besé en la moyera 3 que tenía una pelusa de patito negro.
Lo apreté juerte contra el calor empluma’o de mi pecho y el niño...
El niño dejó de llorar...

 Y el sol... el sol curioso se acercó como a olfatearlo,
 El horno abrió tamaña boca al verlo...
Y para que el niño riera mi caballo viejo hizo de su coscoja un
Sonajero entonces ya toca’o le dije a tu’itos:
Al aire, al rancho, al caballo, a la vaca, al sol, al viento,
Este, este es un hijo mío...
Claro que es un hijo mío porque es una semilla,
Una semilla que me trajo el viento,
Bendita sea la noche que lo puso desnudito de amor bajo mi alero.

Le dejé el nene a una vecina, le cargué espuelas al caballo viejo
 Y lo rayé en el patio de mi hembra,
En el patio de esa mujer que no tuvo corazón.
En el patio de esa mujer que no tuvo sentimientos,
Porque le negó al niño el agua del socorro y pecho
Porque iban a decir cuatro vecinas que ese hijo era nuestro,
Iban a decir que lo habíamos tenido nosotros sin permiso del pueblo
Ane’l casamiento, y ella, mi novia, mi novia me pidió que lo regalara
Mi novia me pidió que lo diera!...
¿Y cómo podía darlo?...
  
Cómo podía darlo si no era un perro,
 No era un perro... era un pedazo de carne,
Era un pedazo de carne con una rosa adentro.
Y Dios, Dios no puso ese niño en el nido de un malba’o
Dios lo puso en el nido querendon de un hombre de América
Que se santigua por los cuatro vientos,
Y yo no estoy para que me tiemble el pulso
Cuando salgo a prender mi tabaco en el lucero.
Ella mi novia me dijo que podía haberma dao’ un hijo nuestro,
Que ese, que ese era un pedazo de carne ajena,
Que ese era un pedazo de carne negra,
Que ese era un pedazo e’ carne e’pueblo,
Que lo diera que lo regalara, ¿Y como podía? Cómo podía regalarlo
Si no era un perro.

 Y entonces mi novia, la mujer quien toavía quiero,
 La mujer que le estaba agarrando,
Agarrando la orejita al casamiento
Me apuntó los ojos en el pecho y me dio a elegir; “el niño o ella”,
El niño o ella, el niño o ella, el niño o ella.
 Con el niño le dige que sí, con él, desnudito de amor con él me quedo.


Claudio Martínez Paiva, a quien también se menciona como Claudio Martínez Payva fue un poetaescritordramaturgo y periodista argentino. 
Fue una figura destacada de la poesía gauchesca del Río de la Plata y uno de los primeros comediógrafos de la Argentina, que estrenó su primera obra teatral El idiota a los 24 años. Su libro Lluvia en los cardos tuvo una gran aceptación al igual que su obra Como cencerros y escribió más de 50 obras de teatro, algunas de las cuales fueron interpretadas por actores prestigiosos como Enrique MuiñoElías AlippiLola Membrives y Pepita Serrador. Su obra teatral Ya tiene comisario el pueblo (obra teatral)|Ya tiene comisario el pueblo obtuvo el 2º premio de la Comisión Nacional de Cultura (1937) y fue llevaba al cine en dos oportunidades, al igual que Joven, viuda y estanciera. Otra de sus obras llevada a la pantalla fue ¡Gaucho! en 1942.
Fue articulista de La Nación y otros importantes diarios de la Argentina y también de medios extranjeros, director artístico de los Estudios Río de la Plata, director del Teatro Nacional Cervantesy director de la Sociedad Argentina de Autores. En 1986 por ordenanza Nº 7.534/86 se puso su nombre a una de las calles de Gualeguaychú en su homenaje. Claudio Martínez Paiva falleció el 24 de marzo de 1970. Su esposa, Celina Rodríguez de Martínez Paiva, fue de las primeras diputadas nacionales, elegida por el período 1952-1958 por la provincia de Buenos Aires.


Comentarios

  1. Perdón , pero el poema "Amaneciendo" es de Yamandú Rodríguez.

    ResponderEliminar
  2. Perdón , pero el poema "Amaneciendo" es de Yamandú Rodríguez.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario