Santiago de Chile, 1911-1993
ELEGIA AL PIE DE LA GÁRGOLA
Golondrinas náufragas, viscosas
golondrinas cayendo
en el más puro vacío.
Hay un maniquí morado
para uso de frías lágrimas
Y hubo una gota que resbalaba
por una lengua de mármol.
Mi infancia ya era:
Terciopelo herido que cubre una gárgola
Y yo era aún la estatua de un niño,
cuando en mi taza de musgo
recogí las lágrimas de un dios adulto.
Y aunque podría hablaros de la herida,
de la herida sin lengua, ni raíces
que llagó y llaga sin tregua mis arbustos íntimos,
decidlo gritadlo también sin tregua:
Antonio de Undurraga,
fue herido al pie de una gárgola y sus palabras
flotaron en sangre. Su retórica fue hecho y fabula de pelícanos.
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