MONS. LUIS EDUARDO HENRÍQUEZ JIMÉNEZ

Valencia-Edo Carabobo-Venezuela, 1913-1991

CARTAS DE MI MADRE

Cartas de mi madre cofres de tristeza
Azucenas pálidas de melancolía!
En el papel blanco floreado de letras
Toda su alma buena y amante palpita!
Y ver me parece aletear en ellas
Las dos mariposas de sus manos finas
Que los copos blancos del recuerdo hilan
Con que va tejiendo la tela de ausencia

No sé por qué siento en todas sus cartas
La luz suave y tibia de sus ojos tristes,
Y asomados en ellos me desgrana su alma
Madre, madre mía, acerca tu cara
Sobre mi hombro joven tu cabeza posa
-otrora castaña y ahora surcada
Por hilos de plata-,
Me dará al espíritu una nueva savia
El aroma azul de tus pensamientos.

Quisiera volverme otra vez pequeño,
Sentarme de nuevo sobre tus rodillas,
Repetir contigo la oración sencilla
Que antes de dormirme
Rezaba a la Virgen
Y que ahora tengo que decirla solo.

Repíteme, madre, la canción-susurro,
-abejita errante que busca la blanca colmena del su eño-
Que cantabas, cuando cerrar pretendías mis rebeldes ojos
Con la melodía monocorde y tenue de tu centinela:
Cántala de nuevo ahora que sufre,
A ver si duermen las avispas negras
De mis hondas penas...

Madre, madre mía, tus cartas son vida...
No son sólo letras;
Así como eres y como tea doro te me das en ellas...
Con tu amor inmenso que en tus ojos brilla,
Con el joyelito de tu suave risa,
Con tu lirio lila de melancolía,
Con el largo y negro collar de tus penas...

Cartas de mi madre, cofres de tristeza,
Azucenas pálidas de melancolía
Con vosotras siento a mi santa cerca,
Aspiro de su alma, vivo de su vida.


Comentarios

  1. Muy emotivo
    expresa su extenso sentimiento hacia ese adiós
    imborrable, cofre de alegrías..?

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