MANUEL E.B. ARGÜELLO

Caazapá-Paraguay, 1925-2009

PARA NOMBRAR TU AUSENCIA

Dicen que cuando un amor se muere, una estrella cae.
...Y es verdad.
Aquí estoy con la estrella en mis manos,
como un yerto corazón ahíto de besos sin destino
Aquí estoy, de pie, en este septiembre de lapachos,
así, mirando, implorando a la tarde que me asedia
rasgar sin prisa la celeste piel de mi memoria.
No puedo evitar que en esta tarde
tu recuerdo, amor, se acurruque en un sollozo
No puedo, y tal vez ni quiero evitar que en esta tarde
mi mirada se abra hacia tu casa;
hacia mi nostalgia de tus ojos;
hacia el palpitar rosado de tus labios.
Y así, entonces, amor, todo trae tu nombre:
el pasto, que adormeces con tus pasos, el jazmín,
que se sonroja en tu presencia; mi corazón,
que olvidó mi pecho tras el tuyo
Ahora levanto la mirada hasta los pájaros,
para medir mi soledad,
para nombra tu ausencia
Y esta brisa que me asedia y coloquia las hojas con las arena,
desmenuza a jirones, a lentos jirones palpitantes,
la alegría mía de haberme enamorado

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