Varsovia-Zarato de Polonia, 1877-1937
HERMANO
No me tomarías la mano. El resplandor del amanecer
Hizo que el mundo se alterara
En ese momento tu hermano se perdió
Por un segundo vacilante
Corriste hacia él y volviste. El estaba muerto
El destino, para las nubes, brillaba dorado
"Ahora te pertenezco sólo a ti", dijiste
Tu voz se quebró y siguió rodando
Sin mirarte, pregunté "¿Lo sabía?
"Sí", responde
Afuera, dando pensamientos a distancia, astuto, añorado
El pájaro, como siempre, se deslizó
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