Buenos
Aires-Argentina, 1902 - 1977
CUANDO
NO ESTÉS
Cuando
no estés, si es que no estás un día,
mi
voz, sin voz, te llamará sin pausa.
Cuando
no esté, si es que no estoy un día,
oirás
mi voz en un rumor que pasa.
Cuando
no estés, si es que no estás un día,
clamaré
por tu gracia en toda gracia.
Cuando
no esté, si es que no estoy un día,
moverá
mi perfil la luna fría
en las
cortinas que hay en tu ventana.
Cuando
no estés, si es que no estás un día
sólo
oiré en las palabras tu palabra.
Cuando
no esté, si es que no estoy un día,
verás
mi sombra entre la sombra fría
junto
a la cabecera de tu cama.
Cuando
no estés, si es que no estás un día
en
cada verso mío habrá una lágrima.
Cuando
no esté, si es que no estoy un día,
me
sentirás bajo la tarde fría
llegar
a ti en el son de las campanas.
Cuando
no estés, si es que nos estás un día,
te
buscaré en la tierra, el aire, el agua.
Cuando
no esté, si es que no estoy un día,
oirás
mi paso entre la sombra fría
siguiéndote
los pasos por la casa.
Cuando
no estés, si es que no estás un día,
te
inventaré en el humo y en la llama.
Cuando
no esté, si es que no estoy un día,
sorprenderá
la madrugada fría
mi
mano en tu cabeza despeinada.
Cuando
no estés, si es que no estás un día,
te
invocará en el sueño mi esperanza
Cuando
no esté, si es que no estoy un día,
en tu
sueño entraré en la noche fría
cuando
el sueño te cubra con sus aguas...
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