Montevideo-Uruguay, 1845-1879
EL TRABAJO
La aurora de la vida
Empieza para el arle.
La unión le hará potente
Del mundo en la extensión .
Sin el trabajo, hermanos,
Que tanta luz reparte,
No habría á la familia
La, santa protección.
Agítese el martillo,
Que es cetro prepotente.
Con ese va la idea,
Que encarna la virtud.
¡Obreros, al trabajo!
Vuestro taller es templo
Do la honradez se anida
En plácida quietud.
¡Obreros, al trabajo
Con fe y perseverancia!
Vojved á vuestras casas
Cubiertos de sudor.
¿Qué importa la fatiga
Si el alma está contenta,
Si el pan es amasado
Con verdadero amor"/
¡Obreros, al trabajo!
¿Qué importa la fatiga
Si vuestros hijos duermen
Al ruido del taller?
No desmayéis, hermanos,
Que la labor obliga.
¡Obreros, al trabajo!
Ya empieza á amanecer.
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