Budapest-Hungría, 1922-1991
ÁRBOLES
Hay que aprender. Los árboles de invierno.
Ese cubrirse hasta los pies de escarcha.
Inamovibles cortinajes.
Hay que aprender la franja
donde el cristal ya humea,
y el árbol va cruzando la neblina
como los cuerpos la memoria.
Y tras los árboles el río,
las alas silenciosas de los ánades,
la cegadora noche azul y blanca
donde hay paradas cosas en capuchas.
Hay que aprender aquí los gestos
inenarrables de los árboles.
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