Apaseo-Guanajuato (México), 1830-Ciudad de México, 1882
NO TE OLVIDO
¿Y temes que otro amor mi amor destruya?
Qué mal conoces lo que pasa en mi;
no tengo más que un alma, que es ya tuya,
y un solo corazón, que ya te di
¿Y temes que placeres borrascosos
arranquen ¡ay! del corazón la fe?
Para mí los placeres son odiosos;
en ti pensar es todo mi placer
Aquí abundan mujeres deslumbrantes,
reinas que esclavas de la moda son,
y ataviadas de sedas y brillantes,
sus ojos queman, como quema el sol
De esas bellas fascinan los hechizos,
néctar manan sus labios de carmín;
mas con su arte y su lujo y sus postizos,
ninguna puede compararse a ti.
A pesar de su grande poderío,
carecen de tus gracias y virtud,
y todas ellas juntas, ángel mío,
valer no pueden lo que vales tú.
Es tan ingente tu sin par pureza,
y tan ingente tu hermosura es,
que alzar puede su templo la belleza
con el polvo que oprimes con tus pies
Con razón me consume negro hastío
desde que te hallas tú lejos de aquí,
y con razón el pensamiento mío
sólo tiene memoria para ti
Yo pienso en ti con ardoroso empeño,
y siempre miro tu divina faz,
y pronuncio tu nombre cuando sueño,
y pronuncio tu nombre al despertar
Si del vaivén del mundo me retiro,
y ávido de estudiar quiero leer,
entre las letras ¡ay! tu imagen miro,
tu linda imagen de mi vida ser
Late por ti mi corazón de fuego,
te necesito como el alma a Dios;
eres la virgen que idolatro ciego;
eres la gloria con que sueño yo
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