San Marcos de Ocotepeque-Honduras, 1940
HABLEMOS
Hablemos en susurro,
con silencios
y miradas,
no son necesarias las palabras
para decir: te quiero
Basta que la piel
comunique sus ansias,
que el cerebro calle,
que el secreto se vuelva
relicario
Basta
que nos miremos largamente,
con ternura,
con esa forma
de plácida inocencia
Basta que sintamos
ese magnetismo,
esa atracción
que hace vivencia a los deseos
Hablemos con verdad
Si quieres,
cierra la puerta
para que el pudor
se sienta protegido,
pero deja abierta el alma
para aprender a amar
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