MADRE
No he pasado hace tanto por la aldea.
Un hombre, que de allá vino, me contó
que florecieron los almendros, Madre,
y que tu pelo encaneció.
Que estuviste enferma, otro hombre me contó
y no sé si creer en lo que dicen
pues en tus cartas, Madre,
estás cada día más joven.
(Versiones: Sebastián Teillier)
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