Gotemburgo-Suecia, 1925-Estocolmo, 2006
LA MÚSICA OCULTA
La música oculta de la corteza terrestre.
La hora de la acumulación de estrellas galácticas.
La hora del aguzanieves.
Una vez:
un movimiento oceánico,
una ola qué imitar.
Ahora: los innumerables,
granos de polvo iluminados por el sol que palpitan
en todas las ventanas que se abren.
En el rosetón de las ecuaciones.
En la catedral de las matemáticas
un mundo, que sin embargo vive
con nosotros, con los sentidos del hombre,
con hombres que miden
que descubren, nuevas huidizas
galaxias más allá del horizonte
y se extienden hacia el eco
de voces, más allá del hielo del mar
y más allá de la capa de hielo de la corteza terrestre
y las noches de insomnio
en ciudades, donde desciende el nivel de las aguas subterráneas
voces que amábamos, amamos
paciente, incansablemente,
intentamos liberar la materia misma,
el espíritu congelado.
Una vez: la hora del hombre.
Traducción Francisco J Úriz
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