MÍLAN RÁKIC

Belgrado, Serbia (ex Yugoslavia), 1876- 1938


SIMONIDA

Tus ojos fueron horadados, oh hermosa imagen, 
Sobre una pilastra al acercarse la noche,
Sabiendo que nadie contemplaría el pillaje,
La daga de un Albanés te privó de la vista.

Pero ni tu boca, ni tu noble rostro, 
Profanar con sus manos se atrevió,
O tocar tu dorada corona, o el regio lazo,
Debajo del cual yacía tu exuberante cabellera.

Ahora en la iglesia sobre la pilastra de piedra,
Llevando serenamente tu atormentada situación
Vestida con las ropas de mosaico y lustre,
Te veo triste, solemne, y blanca.

Como estrellas extintas en el dejado pasado,
Que aún transmiten a los hombres el lejano resplandor
Para que así vean la luz, el tono, el molde
De estrellas perdidas por largo tiempo,

Hoy día sobre mí desde tu regia altura,
De la arcestral piedra cubierta toda en mugre,
Oh, triste Simonida, brilla la luz
De tus horadados ojos tiempo atrás.

Traducido al inglés por Kosara Gavrilovic (www.turtlemom3.wordpress.com/2008/03/22/s-i-m-o-n-i-d-a/), y al español por Galo Garcés Ávalos.

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