Borgerhout-Bélgica, 1931 – Antwerpen, 1975
NO ESTOY TRISTE
No estoy triste, no hay ternura
que me cale
Ni cuerpo que sienta el mío,
Ni oído, ni confusión, ni inquietud
En la inefable plaga de la lengua.
A diario y cada vez más mortíferamente se me encoge
Mi mundo entre las ramificaciones del dolor
horrendo.
A diestra y siniestra he ido llevando el libro
ultimo
Y, aún con todas mis limitaciones, yo anatematizo
A todo el que se quema y se empeña en ir mintiendo.
Porque no otra cosa que la humildad,
Que el consumar el acto de la duda.
No otra cosa, digo, nos ha condicionado.
Yo hago que la luz repita las tinieblas
Y resucite la quietud sin gloria de la roca :
Mientras se filtra el tenue hilillo de aqua en las
heridas
Escucha la noche desnudándose y mi corazón que se
atornilla.
No me ha provocado mutación injerto alguno
Ni liberal pasado me ha embriagado; mi rescoldo
ninguno
Se ha escindido en mi tanto, ni tanto se ha
cumplido.
Amo, escribo y soporto la amistad :
Pero como albañil, tan libre como enmurallado.
Voy rematando el templo cuya piedra angular última
Será mi fin. Si bien, aún con la misma palabra
Que expresa todo mi amor, siga viviendo …
Al azote expuesto de esos signos solares a los que
pertenezco.
Übersetzung: Translation: Francisco Carrasquer
From: Poesía contemporánea en lengua neerlandesa,
Stichting Ons Erfdeel, 1995.
Comentarios
Publicar un comentario