Madrid-España, 1850 - Gijón, Asturias, 1923
ECOS DEL ALMA
Raro capricho la mente sueña,
será inmodesta, vana aprensión
Tal palabra
no me cuadra;
su sonido
a mi oído
no murmura
con dulzura
de canción;
no le presta
la armonía
melodía
y hace daño
al corazón.
Tiemblo escucharla; ¿será manía?
Oigo un murmullo cerca de mí:
no me cuadra
tal palabra,
que el murmullo
que al arrullo
de la sátira
nació,
me lastima
con su giro
y un suspiro
me arrancó.
Si han de ponerme nombre tan feo,
todos mis versos he de romper;
no me cuadra
tal palabra,
no la quiero;
yo prefiero
que a mi acento
lleve el viento,
y cual sombra
que se aleja
y no deja
ni señal,
a mi canto,
que a mi llanto
arrebate
el vendaval
En las orillas del mar
Raro capricho la mente sueña,
será inmodesta, vana aprensión
Tal palabra
no me cuadra;
su sonido
a mi oído
no murmura
con dulzura
de canción;
no le presta
la armonía
melodía
y hace daño
al corazón.
Tiemblo escucharla; ¿será manía?
Oigo un murmullo cerca de mí:
no me cuadra
tal palabra,
que el murmullo
que al arrullo
de la sátira
nació,
me lastima
con su giro
y un suspiro
me arrancó.
Si han de ponerme nombre tan feo,
todos mis versos he de romper;
no me cuadra
tal palabra,
no la quiero;
yo prefiero
que a mi acento
lleve el viento,
y cual sombra
que se aleja
y no deja
ni señal,
a mi canto,
que a mi llanto
arrebate
el vendaval
En las orillas del mar
Comentarios
Publicar un comentario