THÉO VARLET

Lille-Francia, 1878-Cassis, 1938

SICILIA

El alba,
Dulzor agudo en el perfil calabrio,
Despeja en su vehemente despertar
Los fantasmas furtivos de los vanos insomnios;
Allá en el horizonte del evacuado mar
La luna abdica en nocturnos jirones,
Y en las crestas del horizonte
Nada en el glauco azur un cono de cinabrio.

¡Entusiasmos al aire, mañana empavesada!
Destellos de epopeya triunfal,
La luz del día con su esplendorosa llama
Proclama
El claro advenimiento de un ignorado génesis,
Y montes esculpidos en sueños de coral.
En el cielo ultramar, desnudo heroicamente,
Ved,
Gloria del meteoro inagural,
Bajo el Etna candente, monstruoso, a Sicilia!

¡Mirad!
La breve apotesosis,
De pétalos divinos se vierte en la ciudad,
Por el golfo se desparrama,
Con senda de rosa todo el surco decora
-¡y rebosa de sol el cráter de la aurora!

¡Salve, voluptuosa deidad, salve, Sicilia!
Hacia tus encumbrados montes de vejas rojas
Salta mi corazón aventurero, bárbaro...
Mas la suave mañana que la gracia satura,
Hinche y deslíe inmensamente
El alma soñadora de idilios inmortales
Que aspiraba en lejanas mañanas virginales
Aromas de azahar sobre la mar de púrpura

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