MICHAEL ONDAATJE

Colombo- Ceilán, 1943 (Canadá)


LO QUE PERDIMOS


El poema de amor interior

los más profundos niveles de uno mismo

fechas cuando el abandono
de ciertos principios ocurrieron

El rol de la cortesía -cómo entrar
en un bosque, cómo tocar
los pies de un maestro antes de una clase o actuación

El arte del tambor. El arte de pintarse los ojos.
Cómo cortar una flecha. Gestos entre amantes.
El esquema de la marca de los dientes sobre la piel
dibujado de memoria por un monje

Los límites de la traición. Las cinco formas
en que un amante puede burlarse de un/a ex-amante

La habilidad en mensajes tentativos
que incluyen sí y no
pero nunca el directo tal vez

Nueve gestos de dedo y ojo
para señalar emociones clave

Los pequeños botes de la soledad

Versos que se alzaron
del amor
de vuelta al aire

desnudo con astucia
y alabanzas

Nuestros trabajos y días

Sabíamos cómo los monzones
(sed-oeste, nor-este)
podían gobernar la conducta

y cuándo descubrir
la sabiduría de los muertos

escondida en nubes
en ríos, en piedra sin partir

Todo esto se quemó

o fue permutado por poder y riqueza
desde los ocho puntos de venganza del compás

desde los dos niveles de la envidia

OTROS POEMAS

Mujeres como vosotras
No se mueven
estas damas de la montaña
ni un temblor de párpados
se dignan ofrecernos

El rey ha muerto

A nadie responden
toman a la dura
piedra por amante

Las mujeres como vosotras
hacen que desnuden su alma los hombres
- “después de veros
no quiero otra vida,
vuestra piel dorada
me ha embrujado” -
que hasta aquí llegaron
desde la tierra calcinada
y escalaron esta fortaleza
para adorar la piedra
y en la soledad del aire
a sus espaldas
tallaron un alfabeto
fruto del deseo perfecto
deseando que estos retratos de mujeres
hablaran y acariciasen

Cientos de versos breves
escritos por diferentes manos
pasaron a ser costumbre
entre quienes amaban sin ser amados

Después de veros no quiero otra vida
vuelvo la vista
al cielo y
miro alrededor,
allá abajo, la jungla
oleadas de calor
amor secular

Sujetando las flores nuevas
el dedo índice y el pulgar
formando un círculo
como una ventana abierta
a vuestro pecho

placer de la piel
pendientes pendientes
curva
del vientre
y después
sirena de piedra
corazón de roca
cual flor seca
en la piedra
vosotras, mujeres de ojos rasgados,
pechos de cisne,
ebrios, dorados
labios,
ojos rasgados, rasgados
estamos de pie bajo el cielo

Os traigo
la flauta
de la garganta
de un somorgujo
habladme, pues,
del corazón doliente.

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