Colombo- Ceilán, 1943 (Canadá)
LO QUE PERDIMOS
El poema de amor interior
los más profundos niveles de uno mismo
fechas cuando el abandono
de ciertos principios ocurrieron
El rol de la cortesía -cómo entrar
en un bosque, cómo tocar
los pies de un maestro antes de una clase o actuación
El arte del tambor. El arte de pintarse los ojos.
Cómo cortar una flecha. Gestos entre amantes.
El esquema de la marca de los dientes sobre la piel
dibujado de memoria por un monje
Los límites de la traición. Las cinco formas
en que un amante puede burlarse de un/a ex-amante
La habilidad en mensajes tentativos
que incluyen sí y no
pero nunca el directo tal vez
Nueve gestos de dedo y ojo
para señalar emociones clave
Los pequeños botes de la soledad
Versos que se alzaron
del amor
de vuelta al aire
desnudo con astucia
y alabanzas
Nuestros trabajos y días
Sabíamos cómo los monzones
(sed-oeste, nor-este)
podían gobernar la conducta
y cuándo descubrir
la sabiduría de los muertos
escondida en nubes
en ríos, en piedra sin partir
Todo esto se quemó
o fue permutado por poder y riqueza
desde los ocho puntos de venganza del compás
desde los dos niveles de la envidia
OTROS POEMAS
Mujeres como vosotras
No se mueven
estas damas de la montaña
ni un temblor de párpados
se dignan ofrecernos
El rey ha muerto
A nadie responden
toman a la dura
piedra por amante
Las mujeres como vosotras
hacen que desnuden su alma los hombres
- “después de veros
no quiero otra vida,
vuestra piel dorada
me ha embrujado” -
que hasta aquí llegaron
desde la tierra calcinada
y escalaron esta fortaleza
para adorar la piedra
y en la soledad del aire
a sus espaldas
tallaron un alfabeto
fruto del deseo perfecto
deseando que estos retratos de mujeres
hablaran y acariciasen
Cientos de versos breves
escritos por diferentes manos
pasaron a ser costumbre
entre quienes amaban sin ser amados
Después de veros no quiero otra vida
vuelvo la vista
al cielo y
miro alrededor,
allá abajo, la jungla
oleadas de calor
amor secular
Sujetando las flores nuevas
el dedo índice y el pulgar
formando un círculo
como una ventana abierta
a vuestro pecho
placer de la piel
pendientes pendientes
curva
del vientre
y después
sirena de piedra
corazón de roca
cual flor seca
en la piedra
vosotras, mujeres de ojos rasgados,
pechos de cisne,
ebrios, dorados
labios,
ojos rasgados, rasgados
estamos de pie bajo el cielo
Os traigo
la flauta
de la garganta
de un somorgujo
habladme, pues,
del corazón doliente.
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