SANTIAGO DIMAS ARANDA

Villarrica-Paraguay, 1924

SOMBRAS EN LLAMA

Ven; quiero ver si sientes
el palpitar doliente
de esta secreta hora.
Árboles, césped verde
y un cielo azul. Tu nombre
sonoridad extraña-
En lontananza hay sombras;
detrás, el porvenir...

El mundo, mar ambiguo
que nos ahoga en llantos,
constelará tu vida
de nocturnal congoja,
cuando la tarde llore,
cuando estés sola tú

Hermosa es la ribera,
donde descansa el sueño.
No pensamos ser dueños
del porvenir. No hay luz
Tus ojos se abismaron
en mi abismo nocturno;
dos cruces en el mundo;
dos jornadas: Tú y yo

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