MANUEL J. CASTILLA


Cerrillos-Argentina, 1918 - Salta, 1980


LA CASA


a María Angélica de la Paz Lezcano

y a Juan Antonio Medel



Ese que va por esa casa muerta 

y que en la noche por la galería 
recuerda aquella tarde en que llovía 
mientras empuja la pesada puerta, 

ese que ve por la ventana abierta 
llegar en gris como hace mucho el día 
y que no ve que su melancolía 
hace la casa mucho más desierta, 

ese que amanecido, con el vino, 
se arrima alucinado al mandarino 
y con su corazón lo va tanteando, 

ese ya no es, aunque parezca cierto, 
es un Manuel Castilla que se ha muerto 
y en esa casa está resucitando.

EL GOZANTE

Me dejo estar sobre la tierra porque soy el gozante.
El que bajo las nubes se queda silencioso.
Pienso: si alguno me tocara las manos
se iría enloquecido de eternidad,
húmedo de astros lilas, relucientes.
Estoy solo de espaldas transformándome.
En este mismo instante un saurio me envejece y soy
leña
y miro por los ojos de las alas de las mariposas
un ocaso vinoso y transparente.
En mis ojos cobijo todo el ramaje vivo del quebracho.
De mi nacen los gérmenes de todas las semillas y los riego con rocío.
Sé que en este momento, dentro de mí,
nace el viento como un enardecido río de uñas y de
agua.
Dentro del monte yazgo preñado de quietudes furiosas.
A veces un lapacho me corona con flores blancas
y me bebo esa leche como si fuera el niño más viejo
de la tierra.
De cara al infinito
siento que pone huevos sobre mi pecho el tiempo.
Si se me antoja, digo, si esperase un momento,
puedo dejar que encima de mis ingles
amamante la luna sus colmillos pequeños.
Zorros la cola como cortaderas,
gualacates rocosos,
corzuelas con sus ángeles temblando a su costado,
garzas meditabundas
yararás despielándose,
acatancas rodando la bosta de su mundo,
todo eso está en mis ojos que ven mi propia triste
nada y mi alegría.
Después, si ya estoy muerto,
échenme arena y agua. Así regreso.

de"LUNA MUERTA"(1943)

JUAN DEL ASERRADERO

Juan del Aserradero se ha embriagado
y hace como dos horas que duerme en la vereda.
Ayer, Juan ha cobrado
y en el bolsillo apenas si tiene una moneda.

Juan del Aserradero
tirado en la vereda
se parece a los perros.

Y para que el solazo no le queme la cara
y de despierte luego,
el yuchan de la calle
tira sobre sus ojos sombra como un pañuelo.

Changuance, como pocos,
Juan del Aserradero
quiere olvidar la sierra
y se duerme en el suelo,
pero la sierra vuela
por encima del pueblo,
se torna una cigarra
y le asierra su sueño.

de BAJO LAS LENTAS NUBES (1963)

6

Voy creciendo de ti.
Yo soy una hoja nueva que apenas toca el viento.
Yo soy ese verano que siente que su seno
se le abulta de frutas
y se te cae encima fecundándote.

Yo soy ese que trepa por los yuyos
y que grita en el hambre desvelado del zorro,
yo soy una vidala
y delicadamente te enamoro.

de TRISTE DE LA LLUVIA (1977)

GENTE EN LOS SUEÑOS

Los sueños tienen gente.
y uno, dormido, es como una casa
que de golpe se llena de personas.

Hay veces que ellas y uno, todos, caminamos y hablamos
y nos oímos apenas como si conversáramos desde lejos.

Uno habla con los amigos muertos.

Y cuando se recuerda
se hunde en un espejo, de espaldas,
las manos llenas de ademanes vacíos.
Y un día brillante queda lejos y solo.

http://poeticamentecorrecto.blogspot.com/2007/03/algunos-poemas-de-manuel-castilla.htm


Manuel José Castilla  habitualmente citado como Manuel J. Castilla, fue un poeta argentino

Fue un escritor cuya raíz folclórica siempre estuvo presente en su obra. Su poesía celebratoria, identificada con el hombre, su tierra natal y la naturaleza, alcanzó su punto más alto en Copajira (1949) donde tiene como protagonistas a mineros de Bolivia.
Fue uno de los fundadores del movimiento La Carpa que aglutinó a grandes poetas del noroeste argentino como Raúl GalánJulio Ardiles GrayMaría Adela AgudoMaría Elvira JuárezSara San Martín de Dávalos, entre otros durante los años cuarenta.
También fue periodista en los diarios El intransigente y Salta, autor de letras de canciones y recopilador de coplas folclóricas.
Escribió la letra de muchas obras musicalizadas por su inseparable amigo, el Cuchi Leguizamón, hoy clásicos pero que en su momento contribuyeron a la renovación del folclore argentino. Esto ha ocasionado que muchos lo tomen por un poeta menor, no reparando en el hecho de que su obra extensa y diversa mereció muchas veces el reconocimiento oficial. Sin haber sido uno de sus fundadores, los aportes de Castilla en ese sentido pueden enmarcarse dentro del Movimiento del Nuevo Cancionero

La poesía de Castilla es una poesía de vuelo poético, ligada al paisaje y al hombre. Si bien esta característica es compartida en mayor o menor medida por la poesía de todo el interior de la Argentina, en el caso de Castilla cobra una dimensión diferenciadora. Con fuertes influencias de la llamada "poesía del Pacífico" donde convergen la copla castiza con la poética de hombres como VallejoPablo de RokhaNicomedes Santa CruzPablo Neruda, entre otros, la poesía "del barba Castilla" aparece fusionada con elementos de las cosmovisiones de la América imemorial, su prosa poética "De sólo estar" es harto ilustrativa en ese sentido, el personaje es el "tiempo" y la acción transcurre en un presente durativo: el mundo está aconteciendo ante los ojos del poeta.
La literatura de Castilla tuvo una amplia influencia en toda la literatura del Noroeste argentino y del interior en general, fue él el primero en introducir la poesía social en ese ámbito.
Falleció en Salta el 19 de julio de 1980.

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