VICENTE WENCESLAO QUEROL

Valencia-España, 1836-Bétera, 1889
DEL LODAZAL DE LA TIERRA


Del lodazal de la tierra

el sol, con cálidos rayos,
sabe engendrar los vapores
que llevan por los espacios
la grande voz de los truenos
y el brillo de los relámpagos.
Los ténues vapores grises
que enturbian los cielos claros,
al soplo del cierzo frío
en blanda lluvia trocados,
bajan de nuevo a la tierra
para convertirse en fango.
Alma mía, cuando el fuego
te abrasa del entusiasmo,
libre hasta los cielos subes;
pero, cuando el desengaño
te hiere frío, desciendes
triste a la cárcel de barro.

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