ADRIENNE MONNIER


París-Francia, 1892-1955


COMO LA MONJA ANTIGUA

A Simone Guye

Como la monja antigua
Que en sí misma encontraba
La regla, y que ponía,
Con sus hermanas, casa
Entre granja y convento, 
Abrí mi Librería.
¡Pero yo Dios no tengo!
Ese nombre me hiere
Muy hondo en mis raíces,
Las ganas de vivir
Me arranca, y el vendaje
Que recubre esta llaga
Que nada nos curó.

Ciertos hermanos míos
Ejercen sobre mí un poder,
Me sosiegan sus órdenes,
Para ellos trabajo,
Y olvido así mis penas,
Y también los consuelo.

Soy yo la que conduce
Al viajero perdido,
Y me caliento al fuego
Que enciendo para él,
Uniendo a sus plegarias

Mi voz llena de noche.



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