CHARLES GUÉRIN

Luneville (Meurthe-et-Moselle) Francia, 1873-1907

LA SUAVE TARDE, CON SU BRUMA CLARA Y AZUL

La suave tarde, con su bruma clara y azul,
Muere como una palabra de amor en labios del verano,
Como las húmedas y calurosas sonrisas de viudas
Que sueñan con una presencia de antiguas voluptuosidades
La ciudad, tranquila y remota, fue asesinada.
En el jardín pensativo donde reposa el descanso
Se estremece con un fresco murmullo una espiga de agua
Cuyo tallo a veces se rompe con el viento nocturno.
Las faldas son susurros de hojas sobre la arena
Las parejas enamoradas se hablan en voz baja;
Las rosas que sus dedos soñadores han deshojado
Esparcen un olor embriagante de miel
Un pálido día ocupa todavía el bajo cielo
Y mezcla, encanto extraño y confidencial,
La luz en fuga con la oscuridad estrellada
Qué me deparará el futuro, qué pasará conmigo?
El amor, el oro, la juventud  y el talento!...
Déjame dormir en un dulce sueño, en un largo sueño
Con las manos de una mujer en mi frente:
Ah! Cierren la ventana abierta a la vida!


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