RODRIGO DÍAZ PÉREZ

Asunción-Paraguay, 1924-2005



ESPERA ENAMORADA

Aquí estoy. Yazgo
entre el polvo y el deseo.
Crucificado
en la aurora del tiempo,
miro las estrellas
que llegan de a poco,
asomando sus brillos vesperales,
gimiendo los caminos
transidos del espacio.

Aquí estoy. Yerto.
Frío sendero
de afilados remansos,
que buscan su cauce
en la cuchilla musical del viento.

Cubierto por el velo
de un recuerdo,
reclamo, a veces un gesto,
una palabra, quizá un silencio
vano en mi dura y profunda soledad
temprana.

Aquí estoy. Remoto,
acariciando una tenue vestidura,
un desteñido velamen de barca
sin madero.

En sueño de follajes,
multicolor gemido,
huerto de amores
¡todo lo que llega!
y sigo, y espero.

Yo no sé lo que pasa
tras la muralla de la vida,
pero esta tarde quiero
dejar por un momento
mi trajinar ausente,
-vano hilo de atajos insondables-
callar por un minuto
la pena que se sale tan honda de mi alma.

Y sentirte, soñarte como eras:
¡Clavel y mariposa!
... Y lo sabes: aquí estoy, te espero.

Me tienes, playa de los naufragios, hoy.
Mañana, lo que llegare.

Me tienes,
de nuevo en la orilla fluctuante
de tus párpados soñados
a punto de quebrarse
mi casco de añoranzas...!

1956

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